El mar estaba tranquilo y navegábamos con viento favorable hacia el oeste. Durante la mañana, avistamos varias aves marinas y algunos peces, lo cual nos dio esperanza de que pronto llegaríamos a tierra.
Durante la tarde, los marineros comenzaron a mostrarse inquietos y algunos se quejaron de que llevábamos varios días navegando sin ver ningún indicio de tierra. Me reuní con ellos y les recordé que nuestra misión era encontrar una nueva ruta hacia las Indias y que debíamos tener paciencia.
Día 7 de agosto de 1492:
El viento había cambiado y se había vuelto en contra nuestra, lo que nos hizo avanzar muy lentamente. Durante la noche, se produjo una tormenta y tuvimos que reducir la vela para evitar que el barco se hundiera. Afortunadamente, logramos pasar la noche sin mayores contratiempos.
Día 12 de agosto de 1492:
Finalmente, después de varios días de navegación, avistamos tierra. Todos los marineros se emocionaron y se pusieron a cantar y bailar. Desembarcamos en la isla y bautizamos el lugar como San Salvador.
La isla era hermosa y exótica, con una vegetación exuberante y unos habitantes amables que nos recibieron con curiosidad. Comenzamos a explorar la isla y a tomar notas de todo lo que veíamos. Sabía que habíamos encontrado una nueva ruta hacia las Indias y estaba muy emocionado por lo que el futuro nos depararía.
Lista de comentários
Réponse:
Diario de Cristóbal Colón.
Día 3 de agosto de 1492:
El mar estaba tranquilo y navegábamos con viento favorable hacia el oeste. Durante la mañana, avistamos varias aves marinas y algunos peces, lo cual nos dio esperanza de que pronto llegaríamos a tierra.
Durante la tarde, los marineros comenzaron a mostrarse inquietos y algunos se quejaron de que llevábamos varios días navegando sin ver ningún indicio de tierra. Me reuní con ellos y les recordé que nuestra misión era encontrar una nueva ruta hacia las Indias y que debíamos tener paciencia.
Día 7 de agosto de 1492:
El viento había cambiado y se había vuelto en contra nuestra, lo que nos hizo avanzar muy lentamente. Durante la noche, se produjo una tormenta y tuvimos que reducir la vela para evitar que el barco se hundiera. Afortunadamente, logramos pasar la noche sin mayores contratiempos.
Día 12 de agosto de 1492:
Finalmente, después de varios días de navegación, avistamos tierra. Todos los marineros se emocionaron y se pusieron a cantar y bailar. Desembarcamos en la isla y bautizamos el lugar como San Salvador.
La isla era hermosa y exótica, con una vegetación exuberante y unos habitantes amables que nos recibieron con curiosidad. Comenzamos a explorar la isla y a tomar notas de todo lo que veíamos. Sabía que habíamos encontrado una nueva ruta hacia las Indias y estaba muy emocionado por lo que el futuro nos depararía.