Bonjour c'est urgent-19 points Il faut faire 15 phrase en espagnol pour raconter son week-end de Noël. Il faut mettre quelques obligations (je dois faire la cuisine avec ma mère...) (je dois aller dormir...) et quelques habitude (suele: j'ai l'habitude de faire ça où çi ...). Il faut décrire le week-end sans faire des répétitions de phrase. (On peut mettre quelque actions de la vie cotidienne) Merci beaucoup par avance de votre aide
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ALEJ96
Nuestro fin de semana de Navidad, fue muy divertido y familiar. Nos reunimos en casa de mis abuelos maternos en el campo y allí nos encontramos con mis hermanos, mis abuelos paternos, quienes viajaron desde Argentina, mis tíos y primos, y las esposas y esposos de los que están casados, respectivamente. En total nos reunimos 25 personas, entre adultos, jóvenes y niños, en la casa de mis abuelos por estas fiestas de Navidad. No hubo problema de espacio, para recibir a tantas personas, puesto que mis abuelos tienen una casa muy grande que sirve de posada u hospedaje, durante el verano, a los turistas que vienen a vacacionar a este hermoso y tranquilo lugar. Nuestra estancia estuvo muy bien planificada y a cada uno de nosotros se nos asignaron tareas específicas, que rotábamos cada día para que todos colaboraran de manera equitativa. Todos teníamos la tarea de arreglar, cada mañana, las habitaciones que compartíamos con otros miembros de la familia, para mantener cierto orden y limpieza en la casa. Debíamos, por turnos, ayudar a elaborar el menú de cada una de las comidas que hacíamos cada día. Así que a quien le correspondía ayudar en la preparación del desayuno, lo más probable es que para el almuerzo tuviera que ayudar a lavar y recoger la vajilla, y en la noche, para la cena tuviera que ayudar a servir la mesa; pero lo hicimos con mucho entusiasmo y sin recargar de trabajo a nadie, ya que siempre fueron rotatorias las actividades en las que debíamos colaborar. Luego de la cena y una vez realizadas todas las tareas domésticas, nos juntábamos en el salón familiar y mientras los adultos disfrutaban de alguna bebida, entre los jóvenes solíamos tocar la guitarra y hasta un par de primos, se animaron a cantar conmigo, hermosas canciones de nuestro repertorio popular navideño. Mi padre, en un par de oportunidades, interpretó al piano, baladas apropiadas para las festividades de Navidad y hasta unos alocados primos, presentaron una representación teatral para toda la familia. Habitualmente nos íbamos a dormir tarde, pero luego de haber disfutado de nuestras conversaciones, gestos de afecto, y la diversión de compartir, en familia, nuestras tradiciones y recuerdos. Durante los 6 días con sus noches, que pasamos juntos, solíamos contar anécdotas y recrear las costumbres familiares, cuando nuestros padres eran pequeños y nuestros abuelos, jóvenes; con muy buenos efectos en nuestro ánimo, ya que todo el tiempo estábamos sonrientes y verdaderamente felices de estar juntos por estas fechas. Realmente no puedo describir el fin de semana de Navidad y algunos días más, sino como el mejor y más alegre que hemos pasado, en mucho tiempo, junto a nuestros seres queridos. Fue sencillamente ¡FANTÁSTICO!
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Nos reunimos en casa de mis abuelos maternos en el campo y allí nos encontramos con mis hermanos, mis abuelos paternos, quienes viajaron desde Argentina, mis tíos y primos, y las esposas y esposos de los que están casados, respectivamente.
En total nos reunimos 25 personas, entre adultos, jóvenes y niños, en la casa de mis abuelos por estas fiestas de Navidad.
No hubo problema de espacio, para recibir a tantas personas, puesto que mis abuelos tienen una casa muy grande que sirve de posada u hospedaje, durante el verano, a los turistas que vienen a vacacionar a este hermoso y tranquilo lugar.
Nuestra estancia estuvo muy bien planificada y a cada uno de nosotros se nos asignaron tareas específicas, que rotábamos cada día para que todos colaboraran de manera equitativa.
Todos teníamos la tarea de arreglar, cada mañana, las habitaciones que compartíamos con otros miembros de la familia, para mantener cierto orden y limpieza en la casa.
Debíamos, por turnos, ayudar a elaborar el menú de cada una de las comidas que hacíamos cada día. Así que a quien le correspondía ayudar en la preparación del desayuno, lo más probable es que para el almuerzo tuviera que ayudar a lavar y recoger la vajilla, y en la noche, para la cena tuviera que ayudar a servir la mesa; pero lo hicimos con mucho entusiasmo y sin recargar de trabajo a nadie, ya que siempre fueron rotatorias las actividades en las que debíamos colaborar.
Luego de la cena y una vez realizadas todas las tareas domésticas, nos juntábamos en el salón familiar y mientras los adultos disfrutaban de alguna bebida, entre los jóvenes solíamos tocar la guitarra y hasta un par de primos, se animaron a cantar conmigo, hermosas canciones de nuestro repertorio popular navideño.
Mi padre, en un par de oportunidades, interpretó al piano, baladas apropiadas para las festividades de Navidad y hasta unos alocados primos, presentaron una representación teatral para toda la familia.
Habitualmente nos íbamos a dormir tarde, pero luego de haber disfutado de nuestras conversaciones, gestos de afecto, y la diversión de compartir, en familia, nuestras tradiciones y recuerdos.
Durante los 6 días con sus noches, que pasamos juntos, solíamos contar anécdotas y recrear las costumbres familiares, cuando nuestros padres eran pequeños y nuestros abuelos, jóvenes; con muy buenos efectos en nuestro ánimo, ya que todo el tiempo estábamos sonrientes y verdaderamente felices de estar juntos por estas fechas.
Realmente no puedo describir el fin de semana de Navidad y algunos días más, sino como el mejor y más alegre que hemos pasado, en mucho tiempo, junto a nuestros seres queridos. Fue sencillamente ¡FANTÁSTICO!