Fernando Botero comenzó a exhibir sus pinturas en Medellín en 1948 y luego trabajó como decorador en Bogotá. En la década de 1950, visitó varios países europeos, incluidos España, Italia y Francia, para estudiar las obras maestras del Renacimiento y el Barroco. También viajó a México y se familiarizó con la vanguardia mexicana. Fernando Botero es conocido por la diversidad de fuentes de su trabajo, que van desde imágenes populares colombianas hasta obras icónicas de Diego Velázquez, Pablo Picasso y Francisco de Goya.
En sus representaciones de la vida latinoamericana contemporánea, describe el dominio de la pobreza y la violencia en Colombia tanto a través de imágenes oscuras como en sus famosas siluetas sobreproporcionadas, sus representaciones satíricas de presidentes locales, primeras damas y funcionarios gubernamentales. Conocer a Dorothy Miller del MoMA a principios de la década de 1960 marcó un punto de inflexión en su carrera: adquirió su trabajo cuando la abstracción estaba en su apogeo y sus obras se exhibieron en una gran retrospectiva en el prestigioso museo de Nueva York, estableciendo así su reputación internacional.
En la década de 1970, Fernando Botero se traslada a París, donde crea grandes esculturas figurativas de formas redondeadas. Continúa su compromiso político pintando la muerte del narcotraficante Pablo Escobar en su ciudad natal, Medellín. Más recientemente, sus grandes formatos violentos sobre los prisioneros de Abu Ghraib se han visto como un comentario directo sobre la guerra en Irak. Sus obras han sido expuestas en el MoMA de Nueva York, en el Museo Maillol de París, en el Palacio de Venecia en Roma, en el Museo del Hermitage en San Petersburgo. En el barrio de La Candelaria de Bogotá se encuentra el Museo Fernando Botero que exhibe obras de la colección personal del artista que las donó a Colombia. Actualmente vive y trabaja en París, Montecarlo y Nueva York.
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Fernando Botero comenzó a exhibir sus pinturas en Medellín en 1948 y luego trabajó como decorador en Bogotá. En la década de 1950, visitó varios países europeos, incluidos España, Italia y Francia, para estudiar las obras maestras del Renacimiento y el Barroco. También viajó a México y se familiarizó con la vanguardia mexicana. Fernando Botero es conocido por la diversidad de fuentes de su trabajo, que van desde imágenes populares colombianas hasta obras icónicas de Diego Velázquez, Pablo Picasso y Francisco de Goya.
En sus representaciones de la vida latinoamericana contemporánea, describe el dominio de la pobreza y la violencia en Colombia tanto a través de imágenes oscuras como en sus famosas siluetas sobreproporcionadas, sus representaciones satíricas de presidentes locales, primeras damas y funcionarios gubernamentales. Conocer a Dorothy Miller del MoMA a principios de la década de 1960 marcó un punto de inflexión en su carrera: adquirió su trabajo cuando la abstracción estaba en su apogeo y sus obras se exhibieron en una gran retrospectiva en el prestigioso museo de Nueva York, estableciendo así su reputación internacional.
En la década de 1970, Fernando Botero se traslada a París, donde crea grandes esculturas figurativas de formas redondeadas. Continúa su compromiso político pintando la muerte del narcotraficante Pablo Escobar en su ciudad natal, Medellín. Más recientemente, sus grandes formatos violentos sobre los prisioneros de Abu Ghraib se han visto como un comentario directo sobre la guerra en Irak. Sus obras han sido expuestas en el MoMA de Nueva York, en el Museo Maillol de París, en el Palacio de Venecia en Roma, en el Museo del Hermitage en San Petersburgo. En el barrio de La Candelaria de Bogotá se encuentra el Museo Fernando Botero que exhibe obras de la colección personal del artista que las donó a Colombia. Actualmente vive y trabaja en París, Montecarlo y Nueva York.