BESOIN URGENT Bonjour j'ai un texte à écrire (français ou espagnol) Voici l'énoncé : "Don Quijote se invento una dama, como la tenian los cabarellos adantes, a la que llamo Dulcinea del Toboso. Idealizo a una campesina de la Mancha, Aldonza Lorenzo, vecina suya A partir de los dos retratos, di como se oponen la realidad y el sueno de Don Quijote."
Photos ci jointes pour les documents ainsi que l'énoncé. Merciiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii d'avance bisous
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ALEJ96Enunciado: "Don Quijote se inventó una dama, como la tenían los caballeros andantes, a la que llamó Dulcinea del Toboso. Idealizó a una campesina de la Mancha, Aldonza Lorenzo, vecina suya". A partir de los dos retratos, di como se oponen la realidad y el sueño de Don Quijote". La oposición entre estos dos retratos se encuentran claramente identificada en la descripción dada por Don Quijote al referirse a su amada Dulcinea del Toboso y lo que refirió Sancho Panza respecto de ella, lo que nos sirve de base para hacer una descripción comparativa, según Don Quijote (el sueño) y según Sancho Panza (la realidad): Su nombre: Dulcinea. Oriunda de: El Toboso, un lugar de la Mancha. Título nobiliario: Princesa (según Don Quijote). Belleza (hermosura): Sobrehumana, con la siguiente descripción de atributos físicos: Sus cabellos: rubios ("...sus cabellos son oro"...). Sus cejas: bien definidas y perfectas ("...sus cejas, arcos del cielo"...). Sus ojos: iluminados, brillantes ("...sus ojos soles"...). Sus mejillas: rosadas ("...sus mejillas rosas"...). Sus labios: rojos ("...sus labios corales"...). Sus dientes: blancos ("...sus dientes perlas"...). Su cuello: blanco, firme, sin manchas, ni imperfecciones ("...alabastro su cuello"...). Su pecho: blanco, firme ("...mármol su pecho"...). Sus manos: blancas, tersas ("...marfil sus manos"...). Su piel o tez: blanca (...su blancura nieve"...). Esta descripción metafórica e idealizada, hecha por Don Quijote, representa su sueño; porque, en realidad, Dulcinea se llamaba Aldonza Lorenzo; era una campesina (sin ningún título nobiliario); vecina de Don Quijote; cuyo mejor atributo, según Sancho Panza, fue el tener ..."la mejor mano para salar puercos"... (un trabajo nada elitesco y mucho menos nobiliario), lo que nos lleva a pensar que si Don Quijote, la idealizó tanto, no sería de extrañar que sus atributos o características físicas, fuesen totalmente opuestas y diferentes a las que él le otorgaba; ya que no hay una descripción física hecha por Sancho Panza, que pudiera servir de punto de comparación, pero que, por lo poco que refiere el fiel amigo de Don Quijote, podemos concluir que la realidad respecto a la descripción de Aldonza Lorenzo, no se corresponde en nada con el sueño idealizado de Don Quijote, respecto de su amada Dulcinea del Toboso; por lo que podemos suponer que no era rubia, ni de piel blanca, y que no era tan hermosa ni perfecta, físicamente, porque su trabajo como saladora de puercos es muy duro y exigente, lo que nos hace pensar que más bien era ordinaria y de manos y rasgos endurecidos por el trabajo que realizaba. Así que sin lugar a dudas la realidad es totalmente opuesta al sueño de Don Quijote, en los dos retratos presentados en el enunciado.
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"Don Quijote se inventó una dama, como la tenían los caballeros andantes, a la que llamó Dulcinea del Toboso. Idealizó a una campesina de la Mancha, Aldonza Lorenzo, vecina suya".
A partir de los dos retratos, di como se oponen la realidad y el sueño de Don Quijote".
La oposición entre estos dos retratos se encuentran claramente identificada en la descripción dada por Don Quijote al referirse a su amada Dulcinea del Toboso y lo que refirió Sancho Panza respecto de ella, lo que nos sirve de base para hacer una descripción comparativa, según Don Quijote (el sueño) y según Sancho Panza (la realidad):
Su nombre: Dulcinea.
Oriunda de: El Toboso, un lugar de la Mancha.
Título nobiliario: Princesa (según Don Quijote).
Belleza (hermosura): Sobrehumana, con la siguiente descripción de atributos físicos:
Sus cabellos: rubios ("...sus cabellos son oro"...).
Sus cejas: bien definidas y perfectas ("...sus cejas, arcos del cielo"...).
Sus ojos: iluminados, brillantes ("...sus ojos soles"...).
Sus mejillas: rosadas ("...sus mejillas rosas"...).
Sus labios: rojos ("...sus labios corales"...).
Sus dientes: blancos ("...sus dientes perlas"...).
Su cuello: blanco, firme, sin manchas, ni imperfecciones ("...alabastro su cuello"...).
Su pecho: blanco, firme ("...mármol su pecho"...).
Sus manos: blancas, tersas ("...marfil sus manos"...).
Su piel o tez: blanca (...su blancura nieve"...).
Esta descripción metafórica e idealizada, hecha por Don Quijote, representa su sueño; porque, en realidad, Dulcinea se llamaba Aldonza Lorenzo; era una campesina (sin ningún título nobiliario); vecina de Don Quijote; cuyo mejor atributo, según Sancho Panza, fue el tener ..."la mejor mano para salar puercos"... (un trabajo nada elitesco y mucho menos nobiliario), lo que nos lleva a pensar que si Don Quijote, la idealizó tanto, no sería de extrañar que sus atributos o características físicas, fuesen totalmente opuestas y diferentes a las que él le otorgaba; ya que no hay una descripción física hecha por Sancho Panza, que pudiera servir de punto de comparación, pero que, por lo poco que refiere el fiel amigo de Don Quijote, podemos concluir que la realidad respecto a la descripción de Aldonza Lorenzo, no se corresponde en nada con el sueño idealizado de Don Quijote, respecto de su amada Dulcinea del Toboso; por lo que podemos suponer que no era rubia, ni de piel blanca, y que no era tan hermosa ni perfecta, físicamente, porque su trabajo como saladora de puercos es muy duro y exigente, lo que nos hace pensar que más bien era ordinaria y de manos y rasgos endurecidos por el trabajo que realizaba. Así que sin lugar a dudas la realidad es totalmente opuesta al sueño de Don Quijote, en los dos retratos presentados en el enunciado.